Recuerdo cada día que hay que luchar y dejarse de tonterías, somos lo que el tiempo deja: Una mirada perpleja, un planeta que se queja, el guardián de tus sonrisas. Lágrimas de risa dejan por tu cara el brillo que mata de envidia a su mismo dios, por eso nos dividió en dos.
Hombre y mujer condenados a buscarse en un puzle infinito que jamás va a completarse. Es muy común forzar la pieza para que encaje. Cayendo en el olvido, la tristeza es el peor peaje en tu viaje, y te lo dije: no dejes que el tiempo pase. Y aunque sabemos que no hay frase que explique esta situación, buscare en cada canción el secreto de la felicidad y el poder que aplaque mi condena de mortal, y si todo sale mal, el infinito ya se encargará.
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